miércoles, 27 de enero de 2010

¿Cómo serán las webs turísticas del futuro?

Esta es la pregunta que se nos planteó a mis compañeros de mesa y a mi en FITURTech 2010, y he aquí mi enfoque del asunto.



Para responder a esta pregunta, es importante analizar el origen del protocolo HTTP, que ha dado vida a lo que hoy conocemos vulgarmente, como web. El protocolo HTTP, tiene su primera referencia en los trabajos realizados por Vannevar Bush, quien en 1945 propone la puesta en marcha de un sistema que posibilitaría distribuir información y que sería accesible por medio de claves, que a su vez posibilitarían el acceso a información (artículos) relevantes. Dicho de otro modo, el objetivo era poder relacionar información y vincularla entre diferentes orígenes. Esto da lugar a la primera generación de páginas web (no sólo turísticas), informativas… o lo que se viene a llamar en el mundo turístico como webs promocionales. Al amparo de este concepto, podemos ver nacer nuestro www.spain.info, (que convirtió a España en el primer país del mundo en tener una web de promoción turística) y multitud de casos similares en destinos, turísticos, países , comunidades autónomas, etc

Con el principio de popularización de la web, se produjo el cambio que, a mi entender, es el más importante que ha sufrido la red: posibilitar al usuario interactuar con los sistemas transaccionales: el ayuntamiento, al ministerio de hacienda, el banco, o el supermercado. Esta posibilidad ha puesto boca abajo los modelos de negocio de no pocas compañías, y ha invitado a replantear otros pocos.
En el turismo, la posibilidad de transaccionar directamente con los clientes ha afectado de modo estrepitoso al modelo minorista dedicado a la intermediación y en el canal on-line ha dado lugar a exitosos modelos de negocio de comercialización de productos turísticos en la red.

La fusión de ambos conceptos se hace inevitable, y con mayor o menor éxito, aparecen multitud de “facilitadores” de venta bajo diferentes modelos tecnológicos y comerciales. A nadie se le escapa que un cliente encandilado en estadio emocional promocional, es más susceptible a la compra, ni que un cliente en proceso de compra agradece información adicional sobre el conjunto de elementos que rodean el producto en proceso de adquisición

Como resultado de estos atractivos: facilidad de acceso y creación de información y posibilidad de transaccionar, la red se populariza, los ciudadanos se asocian en grupos, en castas, en comunidades. No es nada nuevo, el ser humano tiende a agruparse por diferentes motivos. El mero hecho de pertenecer a la “casta” de los internautas pudo ser suficiente en el origen, pero se convierte en irrelevante cuando la red se convierte en un objeto de consumo cotidiano. Por eso motivo aparecen las redes sociales, y con ello, las redes de turistas. Uno de los detonantes del ser humano que provocan la agrupación es el interés común y el interés por hacer turismo, descubrir sensaciones y experimentar diferentes estados de bienestar da lugar a las redes sociales turísticas donde los viajeros comparten sus experiencias.

Capitalizar eso es un caramelo demasiado goloso para dejarlo pasar y rápidamente algunas compañías fusionan la comercialización con los grupos sociales (posiblemente tripadvisor sea el mayor exponente de ello). Por otro lado, el melón de la comercialización está tan explotado que se busca la fusión entre el concepto promocional (publicidad) y el concepto social a fin de hacer atractivos modelos de negocio construidos sobre nuevos territorios aún sin abonar. En este sentido, estamos muy entusiasmados con nuestras recientes actividades en el ámbito de Facebook, youtube o twitter (spain a country to share).
La fusión entre los tres modelos es lo que sin ningún género de dudas vamos a ver en los próximos años, quizá el reto es cómo hacerlo del modo más fácil y rápido posible. El motivo de esta tendencia es el público al que se orientan los tres tipos de web: el turista.

Es necesario dar respuesta a las necesidades del turista y es necesario facilitar que así sea, ese es el único motivo por el que cada uno de los sistemas orientados al turismo existen y es por ese motivo, por el que las webs turísticas del futuro tenderán a aglutinar los servicios que garanticen una estado de relación con el sistema óptimo.

El internauta está pasando de ente desconocido a individuo identificado y además gusta de ser identificado, esta característica posibilitará además en un futuro próximo la entrega de información de acuerdo a los intereses de nuestro visitante, ya identificado.